


"No me da igual que te sea indiferente"
Jennifer Melisa Tomé

Confieso
A veces pienso que me gustaría vivir en otro lugar. Despertarme a la mañana frente a la inmensidad del mar o el interminable verde de alguna montaña. Poder encontrar divinidad a primera vista, vivir en cámara lenta. Pero no.
Mi vida es esto: una pared que me obliga a salir en busca del cielo. Que me empuja constantemente a ir más allá de mis comodidades y rápido, porque se acaba. Mis días son así, caóticos como mi ciudad veloz y vertiginosa.
Si nada tapara la vista, no sería capaz de sonreír ante la belleza. Jamás saldría a buscarla. No tendría estas incontrolables ganas de investigar, de recorrer, de buscar. Todo en la medida justa, sólo un pedacito de cielo y el resto se averigua. Si no tuviera que apurarme, no reconocería esos momentos de calma.
Ahora creo que a veces el verde, en grandes cantidades, también intoxica. Y el celeste, ahoga. La calma, duele. La paz es frívola. La exploración, insignificante. Y la vida, monótona.
Hoy descubrí que mi lugar preferido en el mundo es mi casa, mi ventana.
Esa medianera que me exige constantemente salir a buscar, lejos de mi confort y condiciones, un cielo mejor.
-Jennifer Melisa-
21 de Febrero de 2014